lunes, 25 de julio de 2011

Relatos Beves

Es una fría tarde de primavera, son casi las seis de la atrde,
y el sol con sus últimas ganas calienta la ciudad.
Sólo nos brinda de su resplandor e incandecencia..... la luz bendita del amanecer.
A ratos el sol es cautivado por las infantiles nubes,que dan la apariencia de ser esquivas, ya que se mueve sin cesar, cunado uno menos lo espera deciden cambiar el tiempo.
Me encantan sus formas abstractas y muy subjetivas.. las observo por largos ratos desde la ventana de mi pieza, y en mi cabeza se transforman en verdaderos personajes de una pelicula norteamericana de amor.

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